- Aspecto físico: El baloncesto actual requiere de jugadores potentes, fuertes y explosivos. Con dos años más el jugador está mucho más desarrollado y le permite competir a un nivel superior. Sus cualidades físicas pueden verse incrementadas de manera sustancial. Poder equiparar ese nivel físico a la de competición nos permitirá integrar más fácilmente a los jugadores que llegan de abajo dentro de los equipos seniors.
- Aspecto técnico: Ligado a una serie de factores importantes que vemos a continuación:
- Inversión del club en la cantera: Es muy importante el trabajo de mejora que se pueda realizar con el jugador a nivel técnico con entrenamientos individualizados. Actualmente es evidente que no todos los clubs disponen de presupuestos suficientes para poder realizar dicho trabajo.
- Equipo filial: Tener otro segundo equipo o “SENIOR B” en una categoría intermedia como puede ser la liga EBA o LEB PLATA. Son categorías semi-profesionales y profesionales donde podemos darle al jugador minutos de juego impidiendo bloquear su progresión y facilitando su desarrollo baloncestístico como jugador.
Como veréis son ya tres los equipos con los que el jugador con un buen nivel técnico o con un buen talento debe de alternar. Es muy importante para ello tener una gran coordinación técnica, para no confundir al jugador, ya que cada equipo donde juegue pueda tirar por su lado más en beneficio del propio equipo que del jugador y esto creo que puede ir en detrimento de la formación del jugador que es lo que se pretende.
- Nivel competitivo de la categoría: Es importante tener presente el nivel competitivo de juego que existe en la provincia tanto en la categoría JUNIOR como en la SENIOR B. Está claro que tener ligas más competitivas implica un mayor crecimiento del jugador en muchos aspectos físicos, técnicos y tácticos.
Como veréis son muchos los factores que intervienen a la hora de dar el paso a un equipo profesional (hablamos de ACB o LEB ORO), de un jugador que termina en edad junior y muchos los jugadores que se pierden en el camino por no tener una categoría intermedia, que permita seguir una progresión lógica al jugador. Creo que el jugador se forma entrenando, pero sobre todo jugando y compitiendo, es nuestra obligación y sobre todo la de los dirigentes federativos el simplificar los pasos a seguir para que ellos puedan llegar lo más arriba posible.
Para terminar una pequeña reflexión, en Europa hemos utilizados normas de competición que ya hace años se utilizan en el “baloncesto americano (NBA)”, intentando mejorar así la competición en nuestras ligas. Sin embargo hay una cosa muy importante a destacar en cuanto al salto del jugador a nivel profesional y es que ese salto no se produce hasta mínimo los 23 años (excepto excepciones), cuando ha terminado su etapa universitaria y el jugador se ha formado tanto a nivel físico como a nivel técnico – táctico.
Quizás de esta manera se pierden menos jugadores por el camino y sería un buen ejemplo a seguir.
Andreu Casadevall (Ex entrenador ACB y entrenador Autocid Ford Burgos)