En esta ocasión vamos a iniciar una serie de artículos técnicos en los cuales trataremos algunos aspectos que pueden generar cierta dudas entre los colectivos. Para ello contaremos con la colaboración del CTA. El primer “mito” que vamos a tratar es el del traspiés. Gracias Juan Bertomeu por tus aportaciones.

Muchas veces, cuando sancionamos violación de pasos a un jugador, éste nos recrimina que no ha hecho pasos, sino que ha realizado un “traspiés”. Esta temporada 2012-2013, se está trabajando con todos los árbitros para distinguir bien las situaciones en las que un “traspiés” se realiza de forma correcta, o si por el contrario, hay que sancionar pasos. Lo que en nuestra jerga arbitral se ha dado por llamar “pasos de tres apoyos”.El “traspiés” es el gesto técnico en el que el jugador suelta el balón dejando que éste bote en el suelo para que luego, y estando él en el aire, cogerlo. En el momento en que lo coge, al estar en el aire como hemos dicho, no tiene pie de pivote definido, tal y como se establece en el artículo 25 de las reglas. El pie de pivote se definirá por tanto cuando el jugador caiga y apoye uno o ambos pies (parada en un tiempo) en el suelo, teniendo en ambas situaciones un “paso más” disponible para desplazarse.

Cuando el jugador realiza el gesto técnico de forma incorrecta lo que está sucediendo es que el jugador no coge el balón en el aire, sino cuando tiene un pie apoyado en el suelo, siendo por tanto dicho pie su pie de pivote de acuerdo al artículo 25 de las reglas y cometiendo violación de pasos en el supuesto de que tras levantarlo lo vuelva a apoyar sin haber realizado un pase o un lanzamiento a canasta.
La dificultad para nosotros los árbitros por tanto radica en poder determinar bien si el jugador tenía o no un pie en el suelo cuando cogió el balón con una o ambas manos para sancionarle o no la violación de avance ilegal. Esto en la mayoría de ocasiones es difícil de detectar y suelen ser situaciones poco aceptadas por los participantes, ya que visualmente parece que se hayan dado dos apoyos. Es por ello por lo que la premisa para arbitrar bien este tipo de jugadas debe ser clara: Si hay duda de cuando el jugador coge el balón no hay que sancionar.
Muchos recordaréis el revuelo que en su día se originó con los llamados “pasos de reverso” y, mucho antes que en éstos, con los llamados “pasos de salida”. Los integrantes del baloncesto (jugadores, entrenadores y árbitros) hemos ido poniéndole “apellidos” a las distintas situaciones en las que se suele producir avance ilegal cuando en realidad, en todas ellas, el único principio que rige es el mismo. No es otro que el que marca el reglamento y que podríamos resumir en la siguiente frase:
Una vez se ha establecido el pie de pivote, éste se puede levantar (sin volverlo a apoyar) solo para efectuar un lanzamiento o un pase.”
Basta un pequeño ejercicio mental para darse cuenta que en:
  • Los pasos de salida: se levanta el pie de pivote para iniciar un regate, que al no ser un lanzamiento o un pase, constituye una violación
  • Los pasos de tres apoyos: se levanta el pie de pivote y se vuelve a apoyar antes de efectuar el lanzamiento.
  • Los pasos de reverso: se da una situación idéntica a la del traspiés en la que el jugador en lugar de avanzar en línea recta, gira sobre sí mismo.

Hay pues que abandonar ya la mala costumbre de contar los pasos realizados por un jugador y hacer un esfuerzo por establecer el pie de pivote en cada situación. Es una leyenda urbana que dar dos pasos es legal y más de dos ilegal. En las reglas del baloncesto no se hace referencia ninguna al número de pasos que puede dar un jugador, teniendo que basar siempre nuestra decisión siguiendo el siguiente esquema:

Con este pequeño ejercicio se arbitrará mucho mejor en las situaciones de avance ilegal y con el esfuerzo de todos (jugadores, entrenadores y nosotros mismos) ayudaremos a que desaparezcan de las pistas tanto los gestos técnicos mal realizados como las decisiones incorrectas que a veces tomamos cuando arbitramos. Porque en este deporte, tenemos que poner todos de nuestra parte. Ni los jugadores lo hacen siempre bien, ni nosotros acertamos siempre en nuestra apreciación. Y si ellos entrenan para hacerlo mejor… ¿nos vamos a quedar nosotros detrás?
Juan Bertomeu Ferrer  (arbitro y profesor de los Cursos FBCV)