Los clubes y entidades deportivas de la Comunidad Valenciana han demostrado estas Navidades que el baloncesto va mucho más allá de la parte puramente competitiva. Valores como el compañerismo, el respeto o el compromiso siempre están presentes en la práctica deportiva, y en estas fechas uno de estos valores ha cobrado especial importancia: la solidaridad. Solidaridad entre compañeros, pero también con la sociedad.
Los clubes se han convertido estos días en el nexo de unión entre la sociedad y los más desfavorecidos, canalizando la ayuda de todas las personas que han querido contribuir a cubrir las necesidades básicas de estos colectivos.
 
El C.P. Martínez Valls de Ontinyent celebró un partido benéfico a beneficio de ADIEM (Asociación de Enfermos Mentales de Ontinyent) y de AFAO (Asociación de Familiares y Amigos de Enfermos de Alzheimer); Gandia Bàsquet colaboró con Cruz Roja aportando una cantidad importante de alimentos donados por todos los aficionados y miembros de la entidad; el C.B. Sedaví también organizó una Matinal de Baloncesto Solidario para recaudar alimentos no perecederos; el Illice B.C. celebró su II Día del Baloncesto Solidario para conseguir alimentos y juguetes; el C.B. Tavernes también recogió alimentos en su II Torneo de Navidad; y el C.B. Marcelina Benifaió celebró una Jornada de Baloncesto Solidario en beneficio de la lucha contra el Alzheimer.
 
Todas estas iniciativas, en las que también ha colaborado la FBCV, han servido para que el baloncesto se acerque a los colectivos más desfavorecidos, evidenciando que es uno de los deportes que más valores transmite a todos los que forman parte de él.