El Campus de Tecnificación 3.0 destaca por la innovación, aplicando las nuevas tecnologías a la mejora del jugador/a. Descubre cómo se realiza exactamente este proceso.
Con una especial atención al detalle, en el Campus de Tecnificación 3.0 se trabaja por posiciones en grupos de un máximo de 6 jugadores/as y 2 entrenadores, contando con el uso del vídeo para analizar diariamente la asimilación de las mejoras en los fundamentos técnicos de cada participante. Para conseguirlo, se cuenta con una amplia plantilla de entrenadores contrastados, a quienes se suman profesionales de las Ciencias de la Educación Física y del Deporte.
 
Uno de ellos es Pau García, que nos explica cómo se desarrolla el día a día de este trabajo analítico: "Los jugadores llegan a primera hora de la mañana y se dirigen al aula para visualizar unos vídeos que se han preparado durante la jornada anterior y que son muy ilustrativos sobre gestos técnicos concretos de acciones de tiro y de bote. Debatimos sobre ellos y después vamos a pista a trabajar fundamentalmente sobre esos dos aspectos: el tiro y el bote". Esta metodología da la oportunidad de "estar apoyando continuamente las explicaciones de los entrenadores con la grabación de vídeo. Todo está grabado mediante un software de análisis biomecánico que te permite ver en el momento tu propia ejecución, compararla con patrones técnicos ideales de jugadores profesionales o incluso con tu propia acción previa, lo que te da un feedback mucho más visual que te facilita una mejor aplicación después en pista".
 
Este proceso se realiza durante la primera parte de la mañana, trabajo que es complementado con la impartición de charlas de diferentes profesionales sobre distintos aspectos que son de importancia para el deportista, como la nutrición, la prevención de lesiones o la parte de preparación psicológica. Posteriormente, según explica Pau, "durante la segunda parte de la mañana tratamos de llevar al juego colectivo (desde el 1×1 hasta el 3×3) los conceptos que hemos trabajado en la primera parte del día. Ahí seguimos con apoyo en vídeo, con análisis biomecánico de los gestos técnicos".
 
Pero, ¿qué es exactamente el análisis biomecánico?. En este tema es Eva Tamayo quien aporta los detalles más importantes: "El objetivo del análisis biomecánico es mejorar el rendimiento de los jugadores a partir de la mejora de su técnica deportiva. Esta disciplina científica ha establecido modelos ideales de gestos deportivos, la técnica, a partir de estudios y descripciones, sabiendo así qué modelo es el más idóneo para conseguir el mayor rendimiento con la menor economía de esfuerzo. Realizando la técnica correcta los jugadores conseguirán ser eficientes (conseguir el mejor rendimiento posible con los recursos disponibles, que en nuestro caso pueden ser variables como la fuerza o la experiencia de entrenamiento) y también eficaces: alcanzar el resultado (en nuestro caso encestar)".
 
La biomecánica describe los gestos deportivos (mediante ángulos, velocidades, aceleraciones, etc.) y también las causas por las que se producen (fuerzas). Trasladado esto al Campus 3.0, Eva señala que "el análisis que se ha llevado a cabo consiste en la descripción de 3 ángulos cruciales en un tiro de baloncesto: flexión codo pre-tiro (el movimiento de carga del balón), extensión codo post-tiro y flexión de la muñeca post-tiro (lo conocido como golpe de muñeca). Los errores en estas situaciones son cometidos por los jugadores en iniciación y por ello es importante corregirlos para mejorar la calidad del juego. Así, mediante el análisis del vídeo que anteriormente se ha grabado de una manera característica (con cámara fija y desde un plano perpendicular) se puede observar la técnica de cada uno de los jugadores, describirla, compararla con el modelo y actuar en consecuencia para mejorar. Los entrenadores son los encargados de esto, proponiendo ejercicios globales que incluyan la acción completa de tiro o analíticos, realizando cada parte del tiro por separado para interiorizar la ejecución correcta".
 
La importancia de esta tecnología para el jugador/a la describe perfectamente Pau García: "Es un apoyo constante de la tecnología y el vídeo para que el jugador reciba un feedback que habitualmente no encuentra en sus entrenamientos y en sus clubes ni tampoco en los Campus que se realizan normalmente. No es sólo la corrección del gesto, sino que además te visualizas a ti mismo y eso te hace consciente de acciones que en general el jugador no percibe". Y apunta otro aspecto muy positivo: "A los entrenadores también nos sirve mucho, ya que ver las acciones a cámara lenta te hace consciente de una serie de errores o consecuencias de un deterrminado gesto que normalmente en directo pasa muy rápido y pasa desapercibido. Permite corregir cosas de las que en una visualización en directo no somos conscientes".
 
Durante toda la semana, los jóvenes del Campus de Tecnificación 3.0 van a seguir trabajando a fondo los principales fundamentos del baloncesto bajo la dirección de grandes técnicos y el apoyo tecnológico de una metodología totalmente individualizada.